ACERCA DE MI

Quienes soy

Quien es el fundador de "EL COOPERADOR"

josé Samuel Granja Ochoa inicia sus cursos en estudios informáticos al final de la década de los 90 en la UNET. Su fascinación por las computadoras y sus de teclas le empujan a tomar la decisión de dedicarse casi en exclusiva al aprendizaje de este arte, especializándose en el dreanweber FronPage y otros. 

Su rápido avance en la técnicas digitales le permite empezar a participar rápidamente en numerosos seminarios web, compartiendo pantalla con  otros cristianos digitales y en muchas ocasiones llevando la batuta en el quehacer digital, haciéndose ampliamente conocido en la zona andina específicamente en el Estado Táchira de la República Bolivariana de Venezuela.

 Su carácter inconformista le empuja a investigar los nuevos horizontes que en el mundo de la informática, teclas que le servirán, para alabar y glorificar el nombre de nuestro Dios. abría la inclusión de la informática. 

Rumbo hacia la enseñanza misional

Viajar de Guacara en el Estado Carabobo, me permitió encajar en el mundo de la enseñanza y de la tutorial sobre cooperativismo, eso fue el inicio de la mejor de las experiencias para usar este nuevo medio y conocimiento de mi vida para tomar el relevo y ensenar la materia espiritual en este caso en el ministerio discipular.

Un giro de 180 grados

Haciendo gala de su inconformismo, decide romper de golpe con su forma de enseñar, al darse cuenta que era uno más entre los muchos que enseñaban evangelismo y el discipulado tradicionalmente. 

Aunando sus conocimientos digitales con sus conocimientos docentes decide crear el método “EL COOPERADOR”. Le asigna el nombre “EL COOPERADOR” por su visión sobre lo que debe hacer quien se dedica a enseñar materia DISCIPULAR y en el cooperar con el cambio del mundo, a través de la palabra de  Dios. 

Según sus palabras “aquel que asume la responsabilidad que conlleva el enseñar una materia, no debe limitarse a mostrar como lo hace ella o él, ni a impartir los conocimientos existentes sobre esa materia, tampoco es solo cuestión de forzar el seguimiento de un programa adecuado. 

Todo esto es necesario, pero considero que la labor más importante es la de motivar a la acción,la de  demostrar por que es importante lo que está aprendiendo y sobre todo la de permitir que el alumno desarrolle su creatividad conforme a sus gustos, preferencias y habilidades. Eso es lo que hacen los buenos DISCÍPULOS Y HACEDORES DE.

Un hacedor de  DISCÍPULOS no impone sus gustos, su cultura ni sus forma de pensar. El maestro que dice que el clásico es lo mejor o que el cooperativismo es lo mejor o que lo que sea es lo mejor se le debería prohibir el acceso a las mentes de los demás. lo mejor, es que cada uno desarrolle su capacidad de colaboración aportando de esta forma cosas nuevas y desconocidas para el resto de las personas”.